¿Qué es un ácido graso?

  Simplificando, los ácidos grasos son moléculas muy energéticas y necesarias a nivel biológico, siendo largas cadenas hidrocarbonadas que tienen un grupo metilo en el extremo N u omega y un grupo ácido en el otro. Un exceso de estos podría tener consecuencias negativas para la salud, como el aumento del colesterol malo.   Podemos hacer una clasificación muy simple entre grasas saturadas e insaturadas. Estudios recientes han concluido que se oxidan antes las grasas insaturadas a las saturadas.   Dentro de las grasas insaturadas podemos hacer una distinción entre monoinsaturadas y poliinsaturadas. Siendo estas últimas las más beneficiosas y ricas en omega 3 y omega 6. La dosis recomendada de estos los podemos conseguir con productos como Animal Omega.   Se puede decir que las grasas insaturadas y en especial las poliinsaturadas son beneficiosas para nuestra salud. Se han identificado varios mecanismos donde una dieta rica en ácidos grasos podría influir en la progresión de las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo. Estos mecanismos incluyen efectos sobre los niveles de lípidos en sangre, la presión arterial, la respuesta inflamatoria y la arritmia.   Para que los ácidos grasos puedan ejercer su función correctamente es muy importante que no solo estén en las cantidades suficientes y recomendadas, sino que también haya un equilibrio adecuado entre las cantidades de omega-3 y omega-6, ya que entre otras cosas, los primeros ayudan a reducir la inflamación, mientras que los omega-6 la estimulan.   Sí hablamos de ácidos grasos, debemos hablar también de los peroxisomas (PPAR), los cuales son unos orgánulos citoplasmáticos con un papel esencial en el metabolismo lipídico, especialmente acortando los ácidos grasos de cadena muy larga.   De forma simple, podemos decir que al aumentar un consumo de grasas, aumentamos al mismo tiempo los PPAR disminuyendo la degradación proteica. Por esto, si no hay una cierta cantidad de grasas en el cuerpo, alrededor del 12 %, al hacer ejercicios el cuerpo prefiere usar la masa muscular en vez de la grasa corporal.