¿Suplementación VS Medicina?

Es muy común pensar que la suplementación y la medicina son polos totalmente opuestos, y es que podemos encontrar a muchos profesionales de la salud que no apoyan el uso de productos como la proteína, sin darles la oportunidad de ver en qué pudieran serles de utilidad, resulta algo común ya que el uso de este tipo de suplementos va más ligado a la nutrición, y la medicina es un campo tan grande que resulta imposible ser un experto en todos los aspectos. A veces pareciera que existe una guerra entre la Medicina y la industria de la suplementación. Uno de los elementos más atacados es la proteína. La palabra “Proteína” en el sector médico evoca imágenes de culturistas sobredimensionados haciendo uso de sustancias prohibidas. Seguro que alguna vez has tenido que oír afirmaciones sobre el supuesto daño que la “proteína” puede hacerte a corto, medio y largo plazo.

El público en general tiene escaso conocimiento de cómo la Medicina utiliza los suplementos de proteína para ayudar a los pacientes. Gran parte de la Medicina TAMPOCO conoce el papel de la suplementación en el ámbito médico.

El problema es que muchos médicos están tan alejados de la nutrición que no tienen conciencia de que la suplementación proteica es una herramienta fundamental en el cuidado de muchos pacientes. A continuación, te mencionamos algunas circunstancias médicas en donde el uso de proteína le brindará un apoyo fundamental al paciente:

Antes de una Cirugía Bariátrica

Los pacientes con obesidad mórbida que precisan someterse a cirugía bariátrica frecuentemente necesitan una pérdida de peso inicial antes de poder pasar por el quirófano, ya que el riesgo quirúrgico aumenta mucho en obesidades extremas.
Aquí es cuando la proteína nos es de utilidad, ya que cumplirá con 3 funciones esenciales:

1. Mejorar el estado de desnutrición en el que muchos de estos pacientes llegan. Sí, estar obeso no es sinónimo (frecuentemente es antónimo) de estar bien nutrido.
2. Mayor disminución de peso, por los efectos saciantes y termogénicos de la proteína.
3. Conservación de la (escasa) masa magra de estos pacientes, lo cual está directamente relacionado con el éxito de la cirugía y la rehabilitación funcional del paciente una vez que esta haya terminado.

Después de Cualquier Cirugía Mayor

El gasto energético de una cirugía mayor puede ser brutal. Y no sólo hay un incremento de la energía necesaria, también de aminoácidos y proteína.
Piensa en todas las estructuras que se tienen que reparar (cicatrización de heridas quirúrgicas) o en la menor ingesta en los momentos peri-quirúrgicos.
Por eso suele ser muy necesario el apoyo nutricional con suplementos proteicos y/o enterales en pacientes quirúrgicos.

Patología Malabsortiva

Muchos pacientes tienen enfermedades que les impide a su aparato digestivo una correcta absorción de nutrientes.
El ejemplo clásico es la pancreatitis aguda, donde la función exocrina digestiva del páncreas queda temporal o permanentemente anulada.En este caso un aporte de proteína completa sería improcedente dado que el paciente no las podría digerir adecuadamente.
Por suerte, tenemos fórmulas que aportan proteína hidrolizada en forma de péptidos o incluso aminoácidos, es decir, proteína completamente digerida.
De no ser por la nutrición clínica y las fórmulas peptídicas estos pacientes se desnutrirían rápidamente con el riesgo que esto implica.

Mucositis

La proteína y los aminoácidos también cumplen en muchas ocasiones los criterios para considerarse “alimentos funcionales”.En el sentido de que no sólo aportan macronutrientes y energía, también modulan el riesgo de enfermedad actuando directamente sobre diferentes mecanismos.
Es el caso de la glutamina, aminoácido que ha demostrado un efecto trófico sobre la mucosa intestinal, lo que nos ayuda bastante en ciertos casos como:
• Patologías como la mucositis inducida por quimioterapia en pacientes oncológicos;
• Enfermedad inflamatoria intestinal
• Permeabilidad intestinal asociada a muchas otras patologías.

Patología Oncológica y Caquexia Cancerosa

Los pacientes oncológicos frecuentemente tienen altas necesidades calóricas y proteicas.
Lo que se interrelaciona con dos fenómenos importantes que empeoran aún más la situación:
1. La agresividad de tratamientos oncológicos (quirúrgicos, quimioterapia, radioterapia).
2. La hiporexia (falta de apetito) derivada de la propia enfermedad.

Esto conlleva que un aporte extra de proteína en forma de módulos proteicos o fórmulas enterales sea más que frecuente en cualquier planta de oncología.
Además, parece que la proteína de lactosuero pudiera tener un efecto anticanceroso directo al estimular la inmunidad y tener carácter antioxidante debido al incremento en la síntesis de glutatión.

Dos enzimas clave necesitan del glutatión para su síntesis: la glutatión peroxidasa selenio dependiente y la glutatión transferasa. Ambas enzimas eliminan compuestos mutagénicos relacionados directamente con el cáncer.

Por último, sabemos que es difícil que el mundo de la medicina acepte la suplementación como algo viable de un día para otro, pero gracias a la importancia y calidad que actualmente ha tomado la industria de la suplementación deportiva, poco a poco veremos cambios en cómo los médicos y personas en general perciben a los suplementos, dándoles una oportunidad y comprobando que en verdad son útiles en diversos aspectos de nuestra vida, el más claro ejemplo es cuando usamos una proteína para cubrir la deficiencia de este macronutriente en nuestra dieta, esto nos permitirá llevar una alimentación más balanceada y cuidar nuestra masa muscular, así como proveer a nuestro cuerpo de este macronutriente esencial para diversas funciones.

No nos queda más que decir, cada día la suplementación toma más relevancia en ámbitos fuera del culturismo, recuerda que podemos asesorarte gratuitamente para que obtengas el producto perfecto de acuerdo a tus necesidades.